Transformación digital de las empresas.

transformación digital de las empresasLa tecnología cambia de forma vertiginosa y revolucionaria el mundo, el mercado y al cliente. ¿Aún no te has sumado al cambio? Hablemos de la transformación digital de las empresas.

Es un hecho innegable: gran parte del mundo opera hoy día en la Red de forma activa. Internet se ha entretejido en nuestra vida cotidiana acompañándonos allá donde vayamos. Este gran impacto en nuestro modus vivendi, que apenas hemos tenido tiempo de ver que se nos echaba encima, nos ha obligado a replantearnos todos nuestros esquemas vitales, sociales y económicos. No es posible negar ya la inminencia de la sociedad digital. Vivimos en ella. Seguiremos viviendo en ella.

Pocas cosas en este contexto se escapan a los largos brazos de la tecnología y la Red. Los negocios y el mundo empresarial no son ninguna excepción. La digitalización ha configurado un nuevo marco de posibilidades totalmente distinto del tradicional. De pronto, la empresa se ha visto en la necesidad de lidiar de forma eficiente con ingentes cantidades de datos, mientras el perfil de los clientes cambia constantemente ante la multiplicidad de herramientas que la Red pone a su disposición. Entender este nuevo y caótico contexto no es tarea fácil, pero sí necesario para mantener viva a la empresa. Por ello, parece lógico que el mundo empresarial haya optado por zambullirse de lleno en la era digital, optando por la transformación digital de las empresas.

¿En qué consiste la transformación digital de las empresas?

El cliente es un factor sumamente importante para entender la razón de ser de la transformación digital de las empresas. La empresa ha de crecer con sus clientes, estar presente allí donde estén; y hoy día, la clientela está online.

De esta forma, la empresa pretende llegar a la Red, pero para ello necesitará llevar a cabo un arduo trabajo de renovación interna, proceda del sector que proceda. Al trasladar una importante parte de sus datos y procesos a la Red, y al mecanizar la mayor parte o la totalidad de sus procesos y funciones, la forma de operar de la empresa cambia radicalmente. Es por esta razón por la que elaborar un plan previo es tan esencial como mentalizar a todo el equipo de las dimensiones del proceso por el que se pretende pasar. La transformación digital de las empresas implica rediseñar todos los procesos de negocio.

El objetivo deseable tras la digitalización, es la optimización de todas las tareas, procesos, y en definitiva, del flujo de trabajo, para ahorrar recursos y crecer tanto económica como competitivamente. Sin embargo, antes de sumarse al fenómeno digital, es necesario estudiar a la empresa en su contexto. La implementación de la tecnología no es garantía de que la transformación digital de las empresas se produzca adecuadamente. La concienciación con el cambio y asumir que es necesario un replanteamiento de negocios, en ocasiones, desde cero, son clave para el buen funcionamiento e implantación de la tecnología.

Antes de abrazar la transformación digital, quizás quieras reflexionar sobre las siguientes cuestiones:

  • Compatibilidad entre la digitalización y tu modelo de negocio.

  • Posibilidad de crecimiento competitivo tras la digitalización.

  • Prever el cambio de la relación con el cliente.

  • Analizar los recursos necesarios para implantar la tecnología.

Para dar respuesta a estos aspectos principales, es necesario analizar tres puntos importantes: la empresa, el cliente y los procesos. También es interesante analizar cómo estas tres variables se relacionarían entre sí en el nuevo entorno digitalizado.

Conocer a fondo los objetivos empresariales.

Los objetivos y valores de la empresa jamás han de perderse de vista tomando esta decisión. Habrán de ser conjugados con las posibles ventajas e inconvenientes que la transformación digital pueda acarrear, y elaborar un juicio para establecer si la perspectiva es o no favorable. La digitalización es un proceso irreversible, por lo que una vez tomada la decisión, ésta deberá ser categórica.

Debido a los cambiantes hábitos de consumo y a las mil posibilidades que la digitalización le brinda a la empresa para abrirse al público en otros medios, resultará casi inevitable toparse con la situación de tener que replantear el modelo de negocio, o incluso ofrecer servicios adicionales asociados al producto que mejoren la experiencia de usuario.

Conocer al cliente.

Hoy día, el cliente opera de forma masiva en la Red, siendo más activo que nunca. Internet ha dado alas a las opiniones de los clientes, y el fenómeno de “compartir” hace que el radio de alcance de una sola voz sea inusitadamente grande. Esto supone una ventaja y un inconveniente a partes iguales. La empresa ha de ser capaz de encontrar en el cliente a un aliado. Un cliente satisfecho en la Red es un aliado para la empresa. El feedback en las redes sociales se cobra un papel muy importante en este campo.

La empresa necesita a las redes sociales. Resulta muy importante crear un espacio identificativo de la empresa en el que los clientes puedan reunirse y compartir opiniones. A día de hoy, podría decirse que una empresa que no está en las redes es prácticamente invisible. Además, las redes sociales brindan la oportunidad de estudiar las tendencias de los clientes. Analizar los procesos de compra para conocer los gustos generalizados es un interesante incentivo para tomar decisiones al respecto.

Resulta extremadamente importante cuidar las relaciones con el cliente al máximo. No sólo es procedente ofrecer una impecable imagen de empresa al público, sino también cuidar al detalle el servicio de atención al cliente, del que se espera una accesibilidad y omnicanalidad absoluta.

Escoger las herramientas adecuadas.

La transformación digital de las empresas es un proceso que nunca termina. La puesta al día de la tecnología ha de marcar el calendario de actualización de la empresa. La ventaja tecnológica es sinónimo de competitividad.

La digitalización conlleva una oleada de cambios estructurales bastante radicales, incluyendo el posible replanteamiento absoluto del propio negocio. Uno de los mayores desafíos que plantea la transformación digital de las empresas es la resistencia al cambio. Por este motivo, es necesario mentalizar al equipo del gran cambio que la digitalización va a suponer. También conviene promover la formación entre los empleados para sacarle todo el partido posible a este nuevo entorno.

Y mi pyme, ¿es hora ya de dar el salto a lo digital?

En un contexto tan competitivo como el de las pymes, la digitalización es casi obligatoria. La transformación digital de las empresas ha de constituir una estrategia, que correctamente canalizada, se convertirá en la más potente herramienta de crecimiento. Una gestión inteligente del proceso de cambio y un conocimiento previo del ámbito tecnológico, se imponen como puntos de partida.

¿En qué aspectos mejoraría mi pyme tras la digitalización?

  • Mejoras en el soporte: A través de la onmicanalidad la empresa podría ofrecer soporte remoto, abriendo a la empresa las fronteras del mercado internacional.
  • Análisis de datos: Las herramientas digitales especializadas en análisis de big data procesan grandes cantidades de información clave para hacer balance y plantear estrategias de crecimiento y competitividad.
  • Optimización de procesos: Acelerar el flujo de trabajo es muy importante a la hora de situar a la empresa en un lugar competitivo. La eficiencia y el ahorro de tiempo y recursos son fundamentales para dejar espacio a otras tareas.
  • Redes sociales: La visibilidad de la empresa y la marca es vital. Si la empresa consigue sobresalir entre las millones de ofertas que se encuentran online, habrá conseguido posicionarse competitivamente con éxito.

¿Cómo implementar esta tecnología en mi pyme?

Para llevar a cabo la transformación digital de las empresas, en este caso, pequeñas y medianas, es necesario entrar y mantenerse dentro del proceso, sin importar si una iniciativa no acaba de funcionar. El ensayo y error genera aprendizaje y mejora.

  • Focalizar y planificar: El plan de digitalización debe adaptarse a la empresa en sí, con todas sus particularidades. La empresa ha de analizar dónde tendrá un mayor impacto tras la digitalización, y priorizar tareas en función de ello. Es necesario también ajustar todo el proceso de cambio a un calendario y cumplirlo lo más rigurosamente posible.
  • Mentalizar y formar: Motivar al trabajador a sumergirse en el ámbito digital para emplear la tecnología de manera adecuada para que todo esto funcione bien. También es importante implantar una formación adecuada para que los empleados se familiaricen rápidamente con las  nuevas herramientas.
  • Liderar: Los distintos departamentos deberán estar coordinados por un equipo que lidere todo el proceso de cambio con el objetivo de guiar al resto de trabajadores y continuar motivándolos a lo largo de todo el proceso de aprendizaje.

La clave del éxito de la transformación digital de las empresas es zambullirse sin miedo en el medio digital y crecer a medida que la empresa se va adaptando. De cualquier otra forma, la empresa corre el riesgo, casi inminente, de quedarse obsoleta.

La frase “renovarse o morir” deja de ser un cliché en la era en la que vivimos. Desde Nubit te animamos a embarcarte en la aventura de la digitalización. Te invitamos a echar un vistazo a nuestras soluciones para pymes.