Los últimos datos del sector de distribución de bebidas alcohólicas la sitúan en 158 millones de litros anuales, lo que supone un peso del 1,5% en el total de la industria agroalimentaria y del 0,12% en el PIB español. Según la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe), a lo largo de 2014 se comercializaron en nuestro país en torno a 200 millones de litros de bebidas espirituosas, un 4,9% menos que en el año 2013. Sin embargo, también en 2014 España recaudó 760 millones de euros en materia de impuestos especiales a través de las bebidas espirituosas.
Actualmente se puede cifrar en 5.639 millones de euros el impacto de las bebidas espirituosas en la economía de nuestro país. Además, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, el ratio valor de las exportaciones sobre la facturación del sector de distribución de de bebidas alcohólicas es del 26,4 %, con un aumentado respecto al año 2013 (26,0 %). Los productos exportados más representativos en 2014 han sido Aguardientes de vino o de orujo de uva (196 M €); Aguardientes, licores y demás bebidas espirituosas (162 M €) y Cerveza de malta (150 M €).
Ni A ni B, gana C. ¿Por qué? Pues porque C reúne lo mejor de A y B. Lo que es lo mismo: la nube híbrida (C) alberga todas las ventajas y solo las ventajas, de los modelos de nube pública (A) y nube privada (B).
Es un hecho que la nube híbrida es actualmente la más demandada por las empresas en España y en el resto del planeta. En los tres últimos años muchos estudios han destacado una penetración exponencial de tecnologías en la nube. Eso sí, en pacífica convivencia con el equipamiento de IT tradicional en las instalaciones de la empresa (in house).
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