¿Qué ventajas tiene un modelo de suscripción frente a un modelo on-premise?
Implementación, accesibilidad, escalabilidad… descubre los beneficios del modelo on-cloud
Cuando una empresa toma la resolución de digitalizarse, debe tomar una serie de decisiones importantes que afectarán a su rendimiento futuro. De hecho, uno de los dilemas más típicos consiste en si escoger un modelo de suscripción o un modelo on-premise para el empleo de software. Bien: la implantación de uno u otro modelo, depende en gran medida de las necesidades específicas de cada empresa. Sin embargo, a día de hoy, la tecnología ha avanzado hasta el punto de soportar grandes cargas de trabajo y almacenamiento en la nube. Por eso, independientemente del tipo de empresa considerada, la nube siempre es un factor a tener en cuenta a la hora de deliberar sobre qué tipo de modelo implantar finalmente.
El modelo on-premise
Se trata del modelo de computación tradicional, que incluye la compra, instalación y uso del software in situ; es decir, de forma local. La empresa que se decanta por el modelo on-premise, almacena y opera con su software desde su propio hardware. En este caso, el mantenimiento del mismo, su configuración, y la propia seguridad de los datos almacenados dependen única y exclusivamente de la propia empresa.
El modelo de suscripción o modelo on cloud
La diferencia de este modelo con respecto al modelo on-premise, es esencialmente, la ubicación del software. Las innovaciones en el campo del cloud computing han hecho posible almacenar y lanzar aplicaciones de manera remota, en la nube. Así, la implantación de un software on-cloud se vincula a un modelo de pago por suscripción, en el que la empresa “alquila” el espacio y rendimiento operativo que el proveedor ofrece a partir de su data center.
¿Por qué on-cloud frente a on-premise?
Implementación
Los tiempos de implementación entre uno y otro modelo son notablemente distintos. El servicio on-cloud, por estar externalizado, consume mucho menos tiempo en su implantación. Además, es el proveedor quien ha de encargarse de todo el proceso de instalación y configuración. De esta manera, el departamento de TI de la empresa implicada puede desentenderse de la implantación e invertir su tiempo en otras tareas.
Accesibilidad
El simple hecho de alojar el software en un equipo o servidor localizado en un centro de la empresa, limita la capacidad de trabajo y su rendimiento. El modelo on-cloud proporciona una flexibilidad absoluta, dado que el acceso a los datos y a la aplicación se lleva a cabo vía web. De esta manera, el usuario puede acceder y operar directamente sobre el software independientemente de dónde se encuentre y de qué dispositivo emplee para navegar.
Actualización y escalabilidad
Las actualizaciones de un software on-cloud son periódicas y automáticas. Esto significa que el software cloud implantado en la empresa permanece constantemente actualizado. Este es uno de los puntos fuertes que el modelo on-cloud presenta frente al modelo on-premise. En el caso de un software on-premise, las actualizaciones también estarán disponibles. Sin embargo, no son actualizaciones automáticas, y por norma general, han de ser los propios trabajadores de la empresa los que se encarguen de implementarlas. Y este no es el peor de los escenarios. En el peor de los casos, los proveedores del software desarrollan una nueva versión de la herramienta, dejando de actualizar y dar soporte a la anterior. Esto obliga a la empresa a adquirir esta nueva versión para no caer en la obsolescencia. También puede ocurrir, que los objetivos de negocio o el tamaño de la empresa cambie en un período de tiempo dado, y que la solución on-premise ya no sea funcional para esta nueva situación.
Por eso es tan importante la escalabilidad en las herramientas de gestión. Con un modelo on-cloud, el software podría escalarse, adaptándose cada poco tiempo a las nuevas necesidades de la empresa.
Gastos, gastos asociados y modalidad de pago
Una de las grandes diferencias entre el modelo on-cloud y el modelo on-premise es la modalidad de pago. Las soluciones on-premise se basan en la compra cerrada de licencias. La inversión inicial en el software en este caso es mucho más elevada. Y no sólo eso. El hardware, la instalación y el mantenimiento del mismo ha de correr por cuenta de la empresa. Por tanto, a esta inversión inicial, han de añadirse estos gastos asociados que, además, se prolongan en el tiempo.
Este no es el caso de las soluciones cloud, que presentan un modelo de suscripción, o de pago por uso, mediante el cual la empresa paga tan sólo por aquello que utiliza. Además, tanto la configuración, como el mantenimiento de la herramienta es responsabilidad del proveedor, que la aloja en sus centros de datos. Como la aplicación opera en la nube, los requisitos de hardware para la empresa son mínimos; teniendo prioridad una buena conexión a Internet. Por eso, el modelo de suscripción cloud elimina gran parte de los gastos asociados con respecto al modelo on-premise.
Nosotros lo tenemos claro: on-cloud
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